martes, 28 de abril de 2020

ECOS DE HUMANIDAD ANIMAL


            La actuación humana ha alterado considerablemente el funcionamiento de los ecosistemas de todo el planeta; aunque cuando dicha intervención se realiza trabajando dentro de un sistema natural de producción y abastecimiento, se transforma en una colaboración dentro de los ecosistemas que resulta de suma utilidad; recordemos que los ecosistemas son inestables y necesitan de cierta anarquía para perfeccionar su funcionamiento; esta intervención anárquica viene dada por los cultivadores tradicionales, con los métodos naturales de abono y la rotación de cultivos para no agotar la tierra; o por los ganaderos de especies autóctonas, generalmente trashumantes, cuyas reses, aparte de abonar el terreno en el que pastan, expanden las semillas de numerosas plantas que las utilizan para tal fin. Hay paisajes extensos, con un exquisita belleza natural y un funcionamiento armonioso, que no serían lo que son sin una intervención humana respetuosa y en armonía con el entoro; podemos citar como ejemplo las extensas praderías y bosques de los montes cantábricos, o las extraordinariamente productivas -ecológicamente hablando- sabanas del semidesierto australiano.

viernes, 24 de abril de 2020

DE LA NATURALEZA MECÁNICA A LA NATURALEZA MERCANCÍA


Muchos son los miembros, mas uno el cuerpo.

            El mundo, la sociedad, progresa en relación directa al desarrollo de la ciencia y, por lo tanto, del conocimiento del entorno. Resulta evidente a todas luces  que la investigación sobre la naturaleza ha de proseguir, no puede ser de otro modo, pero los límites, no sólo en su utilización, sino en la propia idiosincrasia de la investigación, deben estar marcados por el bien común, esto es, el bien colectivo de todo el sistema natural, del que el hombre no es sino una pequeña parte, aunque parezca la más poderosa. El hecho de exponernos a resultados impredecibles a causa de una investigación que no considera a la Naturaleza como un todo, sino en partes individualizadas, como es el caso, por ejemplo, de la ingeniería genética que pretende afectar solamente a una especie concreta para conseguir un fin determinado, puede ser una bomba de relojería que afecte a todo el ecosistema, incluyendo a la propia especie humana. Es, de nuevo, como comentamos en un artículo anterior, el planteamiento de la Naturaleza Mecánica, en la que las piezas pueden ser mejoradas o substituidas por otras, y el mecanismo sigue funcionando, en contraposición a la Naturaleza Orgánica, donde la alteración de un órgano repercute en todo el organismo de manera impredecible. Esta alteración, en forma de tecnología, supone a corto o medio plazo el desarrollo de nuevas tecnologías que palien los errores de funcionamiento de las precedentes, Jacques Ellul[1], lo expuso del siguiente modo:

martes, 21 de abril de 2020

LA CAUSA ECOLÓGICA DESDE EL PRISMA DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA Y LAS RELIGIONES.


     Este artículo está basado en parte en una investigación personal sobre religiones comparadas. En ningún caso plantea una creencia religiosa personal (me considero agnóstico y mi principal motor de creencias es la evidencia científica), pero indaga en la convergencia entre distintas tradiciones, tanto religiosas como filosóficas, con respecto a la relación de la humanidad con la naturaleza, aspecto en el que sí me integro como defensor de la sinergia ecológica y de la Teoría Gaia. 

Babel triunfa en Senaar.

     Según algunas mitologías hubo un tiempo, un pasado remoto en la historia de la humanidad, en el que el hombre no se sentía distinto de cuanto le rodeaba; individuo y Naturaleza eran uno; la individualidad constituía una parte inconscientemente activa de la panigualdad. Alagunos llamaron Edad Lemúrica a dicha era, correspondiente a lo que podríamos denominar humanidad de Adán y Eva y que, según la tradición judeocristiana, recorría el paraíso terrenal, imagen de la armonía planetaria, conociendo y nombrando todo aquello que encontraba a su paso. El conocimiento era recíproco: -"Tú eres gacela y corres veloz por la pradera; tú eres león, y te agazapas en la espesura al acecho de tu presa; tú eres árbol, creces de la tierra y de tus ramas cuelga el fruto que me alimenta. -Y tú eres humano, y andas erguido sobre el suelo[1]".

LA CONSPIRACIÓN DE LUCIFER. UNA NOVELA DE CONCIENCIACIÓN PLANETARIA